El FILANDÓN de noviembre.
Historia entrañable de La Mata de Monteagudo-León, contada por Encarnación Álvarez Gómez abuela de Daniel Rodríguez Puente.
Yo soy de un pueblo llamado La Mata de Monteagudo,
en la provincia de León. Cuando yo era muy pequeña, justo después de acabar la
guerra civil, se presentó en el pueblo un muchacho muy joven que venía muy mal
vestido y pedía comida o trabajo. Mi padre le mandó pasar a casa, le dio de
comer y también ropa.
El muchacho era de Sama de Langreo ( en Asturias) y
se llamaba Manuel Álvarez Terente. Se quedó con nosotros en casa varios años.
En el pueblo aprendió a leer y a escribir e hizo la primera comunión.
Realizaba , como todos los de casa, las tareas del
campo y con los animales. Mis hermanos y yo (en total seis ) le queríamos
mucho, y él nos trataba como si fuera nuestro hermano mayor.
Se fue cuando tuvo que ir a la mili y todos lloramos
mucho cuando, después de terminar la mili, vino al pueblo a despedirse para
volver a Asturias.
Mi madre, de lo único que se quejaba, era de que,
casi el mismo día que las estrenaba, rompía las alpargatas de esparto que ella
había de coser de noche.
MI PUEBLO!!!!
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